domingo, 12 de febrero de 2017

NO SOMOS NADIE


Hay una frase para cada ocasión y una ocasión para cada frase. Una, como mínimo. Esto facilita mucho las cosas a los guiris por ejemplo, o a aquellos que no tienen ganas de pensar antes de hablar, que cada vez son más. Así como hablamos de telebasura o comida basura, también hay frases basura, entre las que incluyo las frases hechas, también muy útiles en casi todos los contextos. Pero empecemos por las específicas:

Por ejemplo, si vas de boda, hay que decir “¡Qué guapa está la novia!”, versión optimista, o “Veremos lo que duran”, versión escéptica. Ahora hay una versión actualizada de lo guapa que está la novia, que vendría a ser algo como “Guapa no, lo siguiente”. Solo espero que esta moda pase rápido no, lo siguiente. También hay que decir lo enamorados que se ve a los novios. Aunque ya hayan empezado a odiarse. En el momento de la comida, tras el picoteo hay que decir “uy, yo ya estoy lleno” o algo similar. 

Si vas a un entierro, hay varias frases que se pueden utilizar: "Siempre se van los mejores", “Estamos de paso”, “Qué injusta es la vida”, o “No somos nadie”. Pero os ruego que no digáis "Qué bien lo han arreglado. Si parece que está dormidito" cuando entréis a ver al difunto. A los que hace mucho que no veis hay que decirles algo tipo “A ver si la próxima vez nos vemos por un motivo más alegre”. Ese “a ver” al principio de frase…..Pero puede ser peor: cuando es por escrito y lees "HABER cuándo quedamos." Socorro. Y por favor, nunca hay que decir "Ánimo" a familiares y amigos del muerto. Pocas palabras he visto que sean menos efectivas. Por cierto, pasa lo mismo al decir  "Cálmate" a alguien que está muy, muy nervioso. 

Ahora que están de moda los reencuentros, también hay frases hechas a su medida. Por ejemplo, que vas a una cena con los compañeros del cole, a los que hace más de 30 años que no ves, la frase es “Ostras, estás igual!” o “¡No has cambiado nada!”, aunque sea mentira casi siempre, pues ellos están todos gordos y calvos. En cambio, ellas no. Ellas solo están gordas.

Si vas al hospital a conocer a un recién nacido, hay que decir “Oh, qué bebé tan bonito!” aunque sea más feo que María Patiño llorando. También hay que preguntar a quién se parece para que nos respondan que es demasiado pequeño aún para verlo. Ah, y lo más importante: no os quedéis más de media hora, haced el favor.

Hasta aquí un resumen de las específicas. Luego están las genéricas, que funcionan en cualquier sitio y que son intercambiables con las específicas, incluso. “Me alegro de verte” lo puedes decir en una boda, en un entierro y en la cena del cole. Lo mismo pasa con “Estamos en contacto” o “A ver cuándo quedamos”, frase útil a la par que inútil. Útil porque se utiliza mucho, inútil porque está vacía de intención y de ganas de quedar. Cuando alguien quiere quedar, concreta.

Los de “A ver cuándo quedamos” son los mismos que cuando te ven preguntan “¿Todo bien?”. Ojalá alguien les conteste un día “Todo bien, pero mejor te lo desgloso, ¿no?”. Y  QUE LO HAGA. Pero tienen suerte y normalmente les responden “Vamos tirando”, “No me puedo quejar, con la que está cayendo”,  “Lo importante es tener salud” o versión corta “Sí, todo bien, gracias.”

En fin Serafín….¡esa sería otra! Pues eso. Que lo importante es ir tirando y que tengamos salud, pues estamos de paso y la vida son dos días.